Incienso quemado
Con esta obra M. Raymond concluye la trilogía titulada La saga de Citeaux y compuesta también por Tres monjes rebeldesTres monjes rebeldes y La familia que alcanzó a Cristo. Con la denominación de «saga», el autor manifiesta su intención de trazar poéticamente la historia de la primitiva Orden cisterciense que, con el tiempo, recibiría del monasterio de La Trappe el nombre de trapense, con el cual se conoce a los monjes blancos.
En las literaturas nórdicas, la saga es un género equivalente a la epopeya de la Europa meridional y occidental. Pero las sagas suelen carecer de protagonista individual: el héroe en la saga es un colectivo, una familia, una tribu, un pueblo.
Al narrar la historia de los creadores del Císter, M. Raymond utilzó aquel antiguo género literario, y, tomando de la vida real unos sucesos extraordinarios, les infundió un aliento poético y legendario del más alto valor emocional. Su intención, al componer la trilogía, fue divulgar la historia de los primeros cistercienses europeos del siglo XII, y la de los primeros trapenses americanos en el siglo XIX.
En Incienso quemado Raymond traslada la acción de Europa a los Estados Unidos, narrando las vicisitudes en torno a la fundación de la Abadía de Gethsemaní, a la que describe como «una encrucijada que Dios ha colocado tras las colinas de Kentucky desde mediados del siglo XIX, que, a través de cientos de años, ha ido atrayendo a incautos, tendiéndoles un lazo para después cegarlos con su belleza, inflamarlos con su amor y llenarlos con su paz»